La sombra agrícola es una condición fundamental para un óptimo desarrollo de las plantas. La radiación solar en la Tierra se puede clasificar como radiación directa y radiación difusa. La radiación directa es aquella que proviene directamente del sol sin ningún cambio en su dirección mientras la radiación difusa proviene de toda la atmósfera como resultado de la reflexión – dispersión actuada por parte de las nubes, partículas en la atmósfera, polvo, montañas, árboles, edificios, y la Tierra misma. Uno de los factores más importantes que influyen en el desarrollo de las plantas es la radiación solar interceptada por el cultivo. Para entender la importancia de la calidad y la cantidad de luz para las plantas hay que recordar que de la radiación solar traen energía las funciones metabólicas de la plantas. Entre ellas el proceso principal es la asimilación fotosintética, el proceso químico que convierte el dióxido de carbono en compuestos orgánicos, especialmente los azúcares, utilizando la energía de la luz solar.
La productividad de un cultivo depende de la capacidad de la cubierta vegetal para interceptar la radiación incidente, que es función del área foliar disponible, la arquitectura de la cobertura vegetal y la eficiencia de conversión de la energía captada por la planta en biomasa. Las estrategias se dirigen a maximizar la intercepción de la radiación solar. En varios estudios resulta evidente que la cantidad de luz adecuada y consecuentemente la aplicación de la sombra agrícola necesaria para lograrla es un factor determinante en el desarrollo de los cultivos. Se ha comprobado que la luz difusa aumenta la eficacia de la radiación, mejora la cosecha e incluso influye positivamente en la floración de la planta, además de otros factores como el uso de mallas para flores.
Recientemente se han diseñado diferentes tipos de mallas de sombreo específicamente para favorecer el desarrollo y el crecimiento de la planta, gracias al aumento de la proporción relativa de luz difusa y la absorción de determinadas bandas espectrales, modificando así la calidad de la luz. La sombra agrícola, que incrementa la difusión de la luz, actúa mejorando la ramificación, la compacidad de la planta, y aumentando el número de flores por planta.
La importancia de la sombra agrícola en mejorar los índices de valores de los productos
Se ha demostrado que numerosos cultivos mejoran la tasa de productividad y la calidad de los frutos cuando se encuentran protegidos por la sombra agrícola. Dependiendo de la pigmentación de los hilos y del diseño del tejido, las mallas de sombra agrícola son capaces de optimizar las respuestas fisiológicas deseables para el crecimiento de las plantas.
La aplicación de redes de sombra agrícola resulta una estrategia para proteger las plantas de la radiación solar directa, reducir la temperatura y evitar el sobrecalentamiento de los frutos en varios cultivos, como por ejemplo en el caso del cultivo de tomate y del pimiento, como indican algunas investigaciones. Las propiedades fotométricas de la sombra agrícola – la influencia sobre la transmisión de radiación fotosintéticamente activa (PAR) – en conjunto con la temperatura del aire y la humedad relativa, se han evaluado respecto al crecimiento de las plantas y a su rendimiento. El rendimiento de los frutos con calidad de exportación aumenta visiblemente con la aplicación de mallas sombra agrícola.
También se ha estudiado el impacto de la sombra agrícola sobre la calidad de los productos después del almacenamiento, posterior a la cosecha y se ha visto que los cultivos desarrollado bajo condiciones de sombra agrícola optimales mantienen los parámetros de calidad, como por ejemplo los compuestos aromáticos bioactivos.
La sombra agrícola es ampliamente utilizada para proteger las hortalizas como técnica de control de la luz y la temperatura y así aprovechar de la radiación solar en manera más eficiente. Los resultados indican que las mallas sombra agrícola alteran la cantidad y calidad de luz transmitida sobre las plantas con los consecuentes incrementos de los rendimientos total y exportable. En otros estudios los cultivos sujetos a sombra agrícola mostraron la mayor tasa de crecimiento en cuanto a altura de la planta, diámetro del tallo, índice de área foliar, número de hojas por planta, y materia seca.
En conclusión, la malla sombra agrícola, manipulando la cantidad y la calidad de luz difusa, produce un incremento de las características de los productos valoradas por el mercado.
